Con la 25.a edición del dispositivo de bienvenida Marhaba, que culminó el 15 de septiembre, esta iniciativa humanitaria sin precedentes bajo la presidencia de Su Majestad El Rey Mohammed VI cumple un cuarto de siglo, lo que refleja la continuidad del vínculo de Marruecos con sus paisanos residentes en el extranjero.
Entre el 10 de junio y el 15 de septiembre de 2025 se registraron más de 4 millones de llegadas, lo que supone un aumento de casi el 11 % en comparación con 2024. Estas cifras son posibles gracias a una auténtica movilización, tanto humana como logística, destinada a acompañar el retorno de la población marroquí del mundo a su país de origen.
La Fundación Mohammed V para la Solidaridad, mediante la colaboración con diversos socios institucionales y el apoyo de 1000 personas, pudo habilitar un dispositivo compuesto por 26 puntos de acogida: 20 en Marruecos y 6 en el extranjero. Esta edición de 2025 contó como novedad con la puesta en marcha, por orden real, de dos nuevas instalaciones en Dakhla y El Aaiún, para consolidar así la cobertura territorial de la operación.
En términos médicos y humanitarios, la asistencia prestada por los equipos de la Fundación resultó esencial para el dispositivo, pues permitió acompañar directamente a 88 441 personas (20 712 recibieron apoyo administrativo y aduanero; 7602, tratamiento médico, y 1592, ayudas en el transporte). Estas intervenciones encarnan la proximidad y la escucha hacia los diferentes miembros de la comunidad, en forma de asesoramiento práctico, derivación hacia servicios específicos o asistencia de urgencia.
Y esta presencia también se hace tangible a través del acompañamiento sanitario. Los equipos médicos, desde sus respectivas instalaciones, atendieron las urgencias que podrían haber puesto en peligro la seguridad de los viajeros y sus familias. En el puerto de Tanger-Med, un bebé de cuatro meses con insuficiencia respiratoria recibió una asistencia inmediata que estabilizó su estado, para luego ser derivado al hospital, donde se trató para recuperar la respiración. En ese mismo puerto, un adulto diabético procedente de Suiza sufrió un coma hipoglucémico, pero fue rehidratado y evacuado de forma urgente. En otro caso, un menor lesionado en un embarque tras padecer una convulsión febril contó con la asistencia necesaria para volver a un estado normal y fue derivado rápidamente para recibir un tratamiento especializado. En todas estas situaciones, la labor de la Fundación no solo consistió en la rehabilitación médica de los pacientes, sino también en el acompañamiento a las familias, la cancelación de los trámites relativos a los pasaportes y la reprogramación de los viajes para garantizar la continuidad de los desplazamientos.
Además de la asistencia sanitaria, se ofreció apoyo a grupos enteros de viajeros en casos excepcionales. Por ejemplo, en Fréjus, en el sur de Francia, se averió un autobús en el que viajaban 42 pasajeros marroquíes procedentes de Italia. El equipo de la Fundación en Marsella, en coordinación con el consulado de Marruecos, se movilizó para fletar un nuevo vehículo desde Algeciras y enviar refuerzos de acogida al puerto de Tanger-Med. En otro caso, unas cincuenta familias que habían sufrido retrasos en el embarque de regreso a Italia pudieron continuar su viaje gracias a la intervención de las trabajadoras sociales, que lograron posponer sus trayectos por medio de otras empresas de transporte marítimo.
Esta asistencia humana permanente completó la asistencia técnica y operativa de la iniciativa, pues permitió gestionar, entre otras cosas, los flujos excepcionales de pasajeros registrados en las jornadas de mayor intensidad (con más de 70 000 llegadas y 86 000 salidas), sin grandes incidencias y garantizando un tráfico fluido.
La edición de 2025 movilizó medios técnicos, mano de obra y coordinación institucional para consolidar la vocación de Marhaba: ofrecer a las familias marroquíes del mundo unas condiciones de viaje aptas, siempre desde la aspiración de la Fundación y sus colaboradores a una mejora continua.
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